domingo, 11 de septiembre de 2011

La Experiencia Atea en China

La República Popular China (o la China Atea) se creó en 1949 y desde sus inicios mantuvo una posición hostil frente a la religión, vista , o mas bien la hicieron ver, como paradigma del feudalismo y del colonialismo. Religiosos fueron perseguidos torturados y asesinados. Casas de culto, templos, mezquitas e iglesias fueron convertidos en edificios de uso secular. La idea era la misma, convertir a China en un pueblo genéticamente trabajador y prospero, un pais dotado de hombres doctos en toda ciencia.






Durante los primeros años del régimen, se disuadió la práctica religiosa por considerarse atrasada y supersticiosa, y porque los líderes Ateos comunistas, desde V.I. Lenin hasta Mao Zedong habían sido críticos con las instiuciones religiosas. .



Durante la Revolución Cultural, la religión fue considerada un medio de opresion feudal , y miles de edificios religiosos fueron clausurados o destruidos.

Ésta actitud en contra de la practica religiosa continua hoy día y los cristianos siguen siendo perseguidos sus practicas religiosas censuradas lo mismo con otros religiosos.

La Constitución de la República Popular China de 1978 garantizaba la "libertad de culto", pero con templos ni reuniones privadas.
A partir de la década de 1990 se lleva a cabo una política activa de reconstrucción de los templos budistas y taoístas que fueron destruidos durante la revolución cultural tras el fanatismo insano representado por Mao Tse.



El Ateísmo de Estado Chino declaro que ser miembro del partido y ser religioso era incompatible; ser miembro del partido es fundamental para alcanzar una determinada posición dentro del partido y dentro de la sociedad.



Una gran mayoría de ciudadanos se declararon como no religiosos, sin embargo, hay cientos de millones de ciudadanos Chinos que respetan tradiciones como el respeto a los antepasados y el feng shui, aparte de mantener lazos informales con varios templos y casa de culto.



La cultura china es considerada un enorme legado cultural de suma importancia incluso para el area de las ciencias , Las universidades del mundo reconocen la utilidad cientifica de la medicina tradicional china, la cual tiene origen en la religion budista y taoista, y muchas de sus practicas son consideradas dentro del area de la medicina alternativa, son prácticas médicas tradicionales desarrolladas en China a lo largo de su evolución cultural milenaria. Todo esto fue amenazado de destruccion por el ateismo de estado chino durante esa epoca de irreflexion e intolerancia atea.



El siguiente articulo amplia el terrible proceder que tuvo el ateismo de estado a la cultura milenaria China:
http://www.lagranepoca.com/articles/2007/03/29/307.html

Desde que en 1949 llegó al poder, el PCCh destinó los recursos nacionales a destruir la cultura tradicional china.




Esta mala acción no se origina en una búsqueda de industrialización ni en posturas tontas de veneración a la civilización occidental. Más bien obedece a que la ideología inherente al PCCh y la cultura tradicional china son como el agua y el fuego.

Así, la destrucción de la cultura china fue algo planeado, bien organizado y sistemático, sustentado por el uso de la violencia del Ateismo de Estado.
Desde su consolidación, el Ateismo de estado Chino (PCCh) nunca dejó de “revolucionar” la cultura china para exterminar su espíritu.
Aún más despreciable que esta destrucción es el mal uso intencional y la alteración solapada de la cultura tradicional que hace el PCCh, mediante el método de “tomar la flor y plantarla en el árbol”.
El PCCh resalta las partes malas de la historia china, todo lo que ocurría cuando las personas se apartaban de los valores tradicionales, como las luchas internas de poder en la familia real, el empleo de tácticas negativas y la conspiración, y el ejercicio de la dictadura y el despotismo.



El PCCh recurrió a ejemplos aislados de la historia para crear su propio conjunto de parámetros morales, de maneras de pensar y su sistema de discurso.
Con esto logró crear la impresión de que la “cultura partidaria” es realmente la heredera de la cultura tradicional china.
El PCCh incluso aprovechó la aversión que algunas personas sienten por la “cultura partidaria” para incitar a que el pueblo se aleje aún más de la auténtica tradición china.
Este proceso ha traído consecuencias nefastas para China.
La gente no sólo perdió sus principios morales, sino que fue víctima de un adoctrinamiento con las teorías perversas del PCCh.



I. ¿Por qué el PCCh (El Partido Comunista Ateo Chino) quiere sabotear la cultura china?

-La extensa tradición de la cultura china se basa en la fe y en la veneración de la virtud
La auténtica cultura de la nación china se originó hace 5.000 años, con el legendario emperador Huang (Huangdi), considerado el primer ancestro de la civilización china. Además, se cree que el emperador Huang fue el fundador del daoísmo, también conocido como la escuela de pensamiento de Huang-Lao (Lao Zi).



La profunda influencia del daoísmo sobre el confucianismo puede apreciarse en dichos de Confucio como “Aspira al Dao, alinéate con la virtud, guíate por la benevolencia y sumérgete en las artes” y “si uno oye el Dao por la mañana, puede morir sin arrepentimiento por la noche”.
Considerado por el confucianismo como el clásico chino más importante de la historia, “El libro de los cambios” (I Ching) es un registro del Cielo y la Tierra, del yin y el yang, de los cambios cósmicos, del progreso y la decadencia de la sociedad y de las leyes de la vida humana.
El poder profético del libro ha sobrepasado por mucho lo que la ciencia moderna puede concebir.
Además del daoísmo y del confucianismo, el budismo, especialmente el budismo zen, ha tenido una sutil aunque profunda influencia en la intelectualidad china.



El confucianismo es la parte de la cultura tradicional china centrada en “ingresar al mundo cotidiano”.
Pone el acento en la moralidad familiar, en la cual la devoción filial desempeña un papel fundamental.
Los chinos creían que toda bondad empezaba con la devoción filial.
Confucio abogaba por “benevolencia, rectitud, decoro, sabiduría y fidelidad”, pero también postulaba: “

¿No son acaso la devoción filial y el amor fraternal las raíces de la benevolencia?”.



La ética basada en la familia puede servir también a la moral social.

La devoción filial puede proyectarse a la lealtad de los subordinados hacia el soberano. Se dice que “es raro que una persona con devoción filial y amor fraternal desee ofender a sus superiores”.

El amor fraternal es la relación entre hermanos, y puede proyectarse a la rectitud entre amigos.

El confucianismo enseña que en la familia, el padre debe ser bueno; un hijo, filial; un hermano mayor, cordial, y un hermano menor, respetuoso. Aquí, la bondad del padre puede proyectarse a la benevolencia de un soberano hacia sus subordinados.
Mientras puedan mantenerse las tradiciones familiares, podrá sostenerse la moral social con naturalidad. “Cultivarse, regular la familia, gobernar con justicia el Estado y llevar tranquilidad y felicidad a todo el reino”.

El budismo y el daoísmo son las partes de la cultura china centradas en “dejar el mundo cotidiano”.

Es posible ver que la influencia del budismo y del daoísmo penetra todos los aspectos de la vida de las personas comunes. Entre las prácticas con una raíz profunda en el daoísmo se cuentan la medicina china, el qigong, la geomancia (feng shui) y la adivinación . Estas prácticas, junto con los conceptos budistas del reino celestial y del infierno, la recompensa kármica del bien y la retribución del mal, además de los principios de la ética de Confucio, constituyen el núcleo de la cultura china tradicional.



Las creencias del confucianismo, el budismo y el daoísmo establecieron para los chinos un sistema moral estable, inmutable “mientras el cielo exista”. Este sistema ético es la base de la sustentabilidad, de la paz y de la armonía en la sociedad.

La moralidad pertenece al terreno de la espiritualidad, por lo que suele ser conceptual. La cultura expresa ese sistema moral abstracto en un lenguaje que puede comprenderse con facilidad.

Así, la destrucción que el Ateismo de Estado Chino (PCCh) hace de la cultura tradicional china es un ataque directo a la moral china, que aniquila las bases para la paz y la armonía de la sociedad.

-El perverso Ateismo de Estado Chino se opone a la cultura tradicional, para divulgar las modernas teorias Darwinistas.



La “filosofía” del Partido Comunista se opone a la verdadera cultura tradicional china. La cultura tradicional respeta el mandato del cielo. Como dijo Confucio en una ocasión: “La vida y la muerte están predestinadas, y la riqueza y la posición social las determina el Cielo”20.



Tanto el budismo como el daoísmo son formas de teísmo y propugnan el ciclo de reencarnación de la vida y la muerte, y la causalidad kármica del bien y del mal.

El Ateismo de Estado Chino, (el PCCh o Partido Comunista Chino) por el contrario, no sólo es ateísta, sino que usa todas sus energías para enfrentar el Dao y atacar los principios celestiales, una postura conocida como “sin ley y sin cielo”.

Algunos puntos contradictorios del Ateismo de Estado Chino y la Cultura Tradiccional Milenaria China .
El confucianismo valora la familia, mientras que el Manifiesto Comunista promulga su abolición.
La cultura tradicional distingue a los chinos de los extranjeros, el Manifiesto Comunista aboga por el fin de las nacionalidades.
La cultura de Confucio fomenta la bondad hacia los demás, el comunismo insta a la lucha de clases.
Confucio estimula la lealtad al soberano y el amor por la patria.
El Manifiesto Ateo promueve la eliminación de las naciones.



Para alcanzar el poder y conservarlo, el Ateismo de Estado Chino tuvo que introducir sus ideas inmorales en el suelo chino. Mao Zedong aseguraba: “Si queremos derrocar a una autoridad, primero tenemos que hacer propaganda y trabajar en el área de la ideología”. El PCCh percibió que la violenta teoría comunista, que se sustenta en el uso de las armas, es la negación del pensamiento occidental y no puede oponerse a los 5.000 años de antigüedad de la profunda historia cultural china.



Así, el PCCh hizo añicos esa cultura milenaria, para que el marxismo-leninismo pudiera dominar la escena política china.
-La cultura tradicional es un obstáculo para la dictadura de la nueva politica de Estado Ateista Chino.
Mao Zedong dijo una vez, adecuadamente que él no seguía ni al Dao ni al Cielo.
La existencia de la cultura tradicional china, sin dudas, fue un gran obstáculo para la oposición al Dao y al Cielo practicada por el PCCh .



En la tradición china, lealtad no significa devoción ciega. A los ojos del pueblo, el emperador es el “hijo del Cielo”; el Cielo está sobre él. Como el emperador no puede hacer lo correcto en todas las ocasiones, era necesario que haya observadores permanentes que señalen sus errores.



El sistema chino de crónicas consistía en historiadores que registraban cada palabra y cada acción del emperador.

Los funcionarios escolásticos podían oficiar de maestros para sus sabios monarcas, y los clásicos confucianos juzgaban la conducta del emperador.
Si éste era inmoral —no iluminado por el Dao—, el pueblo podía levantarse y derrocarlo, como sucedió cuando Chengtang atacó a Jie, o cuando el emperador Wu desplazó a Zhou .



Estas revueltas, desde la óptica de la tradición, no se vieron como violaciones a la lealtad tradicional o al Dao.
En cambio, se consideraron una conducta en nombre del Cielo, para hacer cumplir el Dao. Cuando Wen Tianxiang24, un famoso jefe militar de la dinastía Song, cayó prisionero, no se rindió ante los invasores mongoles aun cuando el emperador trató de convencerlo de que lo hiciera.
Esta acción se debió a que, como confuciano, creía que “el pueblo tiene la importancia suprema; la nación viene después; por último está el soberano”.



-Extinción simultánea de las tres religiones perpetrada por el ateismo de estado chino
La cultura tradicional tiene sus raíces en el confucionismo, el budismo y el daoísmo.
Como primer paso para destruir la cultura tradicional, el PCCh erradicó la expresión de los principios divinos en el mundo humano, y así eliminó a las tres religiones que se corresponden con ellos.



Las tres religiones principales, confucianismo, budismo y daoísmo, sufrieron ataques en distintos períodos históricos en la milenaria historia de China y Asia.

Veamos el caso del budismo, que atravesó cuatro tribulaciones importantes en su historia : la persecución de devotos budistas realizada por los “Tres emperadores Wu y el emperador Zong”, nombres que hacen referencia a los nombres de los cuatro emperadores chinos que las llevaron a cabo.

El tiempos del emperador Taiwu , de la dinastía Wei del norte (386-534 d. C.), y el emperador Wuzong, de la dinastía Tang (618-907 d. C.), estos trataron de erradicar el budismo para que prevaleciera el daoísmo.
El emperador Wu , de la dinastía Zhou del norte (557-581 d. C.), intentó eliminar el budismo y el daoísmo al mismo tiempo, sólo que en favor del confucianismo.
El emperador Shizong , de la dinastía Zhou tardía (951-960 d. C.), quiso hacer desaparecer el budismo sólo porque quería usar las estatuas de Buda para acuñar monedas, y no atacó ni al daoísmo ni al confucianismo.



El PCCh es el único régimen que logró exterminar las tres religiones al mismo tiempo. Poco después de establecerse como gobierno, el PCCh comenzó a destruir templos y a quemar escrituras, y obligó a los monjes budistas a volver a la vida secular. No mostró menos ensañamiento a la hora de destruir otros sitios religiosos. Hacia los años sesenta, en China casi no quedaban en pie lugares de culto religioso. La Revolución Cultural fue la causa de las mayores catástrofes para la vida religiosa y cultural del país con la campaña conocida como “Desechar los Cuatro Viejos”: las viejas ideas, la vieja cultura, las viejas costumbres y los viejos hábitos.

Mao Zedong con el líder soviético Nikita Krhushchev


Por ejemplo, el primer templo budista de China fue el Templo del Caballo Blanco (Templo Bai Ma), construido a comienzos de la dinastía Han oriental (25-220 d. C.) en las afueras de la ciudad de Luoyang, provincia de Henan. Se lo honra como “la cuna del budismo en China” y “el hogar del fundador”. Durante la campaña, “Desechar los Cuatro Viejos”, el Templo del Caballo Blanco, como era de esperarse, fue objeto de saqueos.



Había una “brigada de producción” (de trabajadores) cerca del Templo del Caballo Blanco y esos labriegos recibieron la orden del secretario de una sucursal del Partido, de romperlo en nombre de la “revolución”.




La Revolución Cultural comenzó en mayo de 1966. En realidad, se trató de “revolucionar” la cultura china de un modo destructivo. En agosto de 1966, el fuego de odio que cargaba la campaña “ Desechar los Cuatro Viejos ” arrasó todo el territorio. Calificados como objetos del “feudalismo, capitalismo y revisionismo”, los templos budistas y daoístas, las estatuas de Buda, los sitios históricos y panorámicos, las piezas de caligrafía, pinturas y antigüedades de todo tipo, se convirtieron en el blanco de la destrucción de las Guardias Rojas. Todo esto fue una "manipulacion ateista" que buscaba erradicar ideas para hacer prevalecer otras ideas, todo en funcion de la misma lucha por el poder.
Por ejemplo, hay mil estatuas coloreadas de vidrio en relieve en la cima del Monte de la Longevidad en el Palacio de Verano de Pekín. Luego de la campaña “Desechar los Cuatro Viejos”, todas resultaron dañadas. No quedó ninguna con los cinco órganos sensoriales completos.

Lo que ocurría en la capital sucedía en el resto del país. Ni siquiera los lugares más remotos se salvaron de la destrucción.
Los limitados datos que se publicaron y que recoge el libro “Cómo el Partido Comunista persigue a los cristianos”, de 1958, revelaban que de los clérigos acusados de “terratenientes” o “tiranos locales”, 8.840 fueron asesinados y 39.200 enviados a campos de trabajos forzados, y de los acusados de “contrarrevolucionarios”, 2.450 resultaron muertos y 24.800 fueron confinados a campos de trabajos forzados, bajo el concepto darwinista de mejorar la herencia de los genes.




link: http://www.youtube.com/watch?v=44nQBnF3GRk

Conclusión

(tomada de este articulo http://www.lagranepoca.com/articles/2007/03/29/307.html )

China comenzó a desviarse de los valores de su cultura tradicional en la dinastía Song (960-1279 d. C.), y desde entonces sufrió un proceso de depredación interrumpido. Después del Movimiento del Cuatro de Mayo de 1919, algunos intelectuales deseosos de éxito rápido y beneficio instantáneo intentaron encontrar un camino para China rechazando la cultura tradicional y abrazando la civilización occidental. De cualquier manera, los conflictos y los cambios en el terreno de la cultura siguieron en el centro de las preocupaciones académicas sin la intervención del Estado. Cuando se concibió el PCCh, sin embargo, éste colocó los conflictos culturales en la categoría de una lucha de vida o muerte para el Partido. Así, el PCCh comenzó a ejercer un ataque directo sobre la cultura, con el uso de medios destructivos y de abuso indirecto en la forma de “adoptar los desperdicios y desechar la esencia” o mas bien propaganda del desacredito.

La destrucción de la cultura tradicional incluyó la instauración de la cultura partidaria. El PCCh subvirtió la conciencia humana y el juicio moral, lo que llevó a que el pueblo le diera la espalda a la cultura tradicional. Si la cultura nacional deja de existir, la esencia de la nación desaparecerá también, y esto hará del país sólo un nombre vacío. Todo esto no se trata de una mera advertencia exagerada.

Al mismo tiempo, la destrucción de la cultura tradicional nos ha traído un daño material inesperado.

La cultura tradicional valora la unidad entre el cielo y los seres humanos y la coexistencia armónica entre la humanidad y la naturaleza. El PCCh decretó la dicha infinita por “luchar contra el cielo y la tierra”. Esta cultura del PCCh provocó un grave deterioro del medio ambiente que azota hoy a China. Veamos el caso de los recursos hídricos. Al abandonar el precepto de que “un hombre noble valora la riqueza, siempre que se logre por un camino de honradez”, el pueblo chino asoló y contaminó con desenfreno el medio ambiente. En la actualidad, más del 75 por ciento de los 50.000 kilómetros que recorren los ríos de China son inhabitables para los peces. Más de un tercio de las aguas subterráneas están contaminadas desde hace ya una década, y la situación continúa empeorando. En el río Huaihe hace un tiempo se dio un espectáculo curioso: un niño que jugaba en el agua contaminada de aceite hizo una chispa que entró en contacto con la superficie y encendió una llama de cinco metros de alto. A medida que las lenguas de fuego se desplegaban en el aire, más de diez sauces cercanos quedaron reducidos a cenizas95. Cualquiera puede darse cuenta de que es imposible que una persona que tome esa agua no contraiga cáncer o alguna otra enfermedad grave. Otros problemas ambientales, como la desertificación y salinización del noroeste chino y la contaminación industrial de las zonas desarrolladas, están conectados con el hecho de que la sociedad haya perdido el respeto por la naturaleza.

La cultura tradicional respeta la vida. El PCCh propugna que “las revueltas tienen justificación” y que “la lucha contra el ser humano es fuente de dicha”. En nombre de la revolución, el Partido mató de hambre y asesinó a decenas de millones de personas. Estos hechos hicieron que el valor de la vida se viera devaluado para la gente, una situación que favoreció la proliferación de productos adulterados y en mal estado en el mercado. En la ciudad de Fuyang, provincia de Anhui, por ejemplo, muchos bebés sanos de nacimiento al atravesar la lactancia fueron creciendo con extremidades cortas, cuerpos débiles, una delgadez excesiva y la cabeza agrandada. Ocho bebés murieron debido a esta enfermedad desconocida. Luego de una investigación, se descubrió que el mal provenía de una leche en polvo contaminada que fabricaba un comerciante vil e inescrupuloso. Mucha gente alimenta a cangrejos, serpientes y tortugas con hormonas y antibióticos, rebaja el vino con alcohol industrial, pule arroz con grasa industrial y blanquean la harina de trigo con blanqueadores industriales. Durante ocho años, un fabricante de la provincia de Henan produjo miles de toneladas por mes de aceite comestible con materiales que contenían agentes cancerígenos como aceite de desecho, aceite extraído de comidas tiradas a la basura o Argil descartado96que contenía aceites residuales ya usados. La producción de alimentos contaminados no es un fenómeno local o regional, sino algo común en todo el país. Esto está directamente conectado con la ambición sin límites que deviene de la destrucción de la cultura y la consecuente degeneración de la moral humana.

A diferencia del monopolio absoluto y la exclusividad de la cultura partidaria, la cultura tradicional tenía una gran capacidad de integración. Durante la próspera dinastía Tang, las enseñanzas budistas, la cristiandad y otras religiones occidentales coexistían en armonía con el pensamiento daoísta y confuciano. La genuina cultura tradicional china habría mostrado una actitud tolerante hacia la civilización occidental moderna. Los cuatro “tigres” asiáticos (Singapur, Taiwán, Corea del Sur y Hong Kong) crearon una nueva identidad cultural confuciana. Sus economías pujantes son una prueba de que la cultura tradicional no impide el desarrollo social.

Al mismo tiempo, la cultura tradicional auténtica mide la calidad humana sobre la base de la felicidad, y no del bienestar material. “Prefiero no tener a nadie que me culpe por la espalda que tener a alguien que alabe en la cara; prefiero la paz mental que la comodidad física.” Tao Yuanming (367-427 d. C.) vivió en la pobreza, pero disfrutaba de un espíritu jovial y tenía como pasatiempo “recoger reinas Margarita detrás de la valla que daba al este, con la vista lejana del Monte del Sur”.

La cultura no ofrece respuestas a preguntas como: Cuál es el mejor método para incrementar la producción industrial, o Qué modelo social es más conveniente. En cambio, juega un papel importante a la hora de brindar una guía moral y establecer límites sociales. La verdadera restauración de la cultura tradicional debe recuperar una actitud humilde hacia el cielo, la tierra y la naturaleza, el respeto por la vida y la admiración por Dios. Así, el ser humano podrá vivir en armonía con el cielo y la tierra, y disfrutar de una edad de oro por la gracia del cielo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario